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Nora Bond

 

¡Hola lectores de SUNKISSED!

Estoy tan contenta de estar aquí, pensando junto a todos sobre niños y familias felices y saludables. El desarrollo social, emocional y espiritual de los niños tiene un lugar especial en mi corazón. Mi trabajo en el salón de clase y en los hogares ha informado mis prácticas como desarrollista, y mi misión es compartir mis observaciones.

Justamente la semana pasada, yo estaba afuera con dos niños quien cuido. Danny estaba cavando en la esquina del patio, y Eli le estaba lanzando hechizos a la cerca. Yo estaba admirando la tarde fácil que íbamos a tener. Ahh, esto no esta tan malo, pensé.

Luego, por ninguna razón aparente, los niños empezaron a pelear.

Yo he tenido muchos de estos momentos, y tal vez usted reconoce este escenario. Hay momentos cuando siento que nací para cuidar de los niños jóvenes y otros tiempos cuando siento que no sé qué hacer y me encuentro cubierta en el almuerzo de otro – literalmente. He tenido este sentimiento como maestra, niñera, y como una amiga y un miembro de familia. Ay no, pienso a mi misma en estos momentos, ¿debería estar a cargo una persona más calificada?

Mientras que Danny y Eli pelean, luchan y gritan, reconozco que ambos terminarán heridos si no intervengo. Tomo una respiración profunda y les explico que esto no es seguro para nuestros cuerpos. “Danny, tú quédate aquí, Eli, tú tienes que jugar adentro ahora,” digo firmemente sobre las protestas. Ellos no están felices conmigo, pero siguen las instrucciones.

Danny, quien instigó la pelea, sigue enfurecido con su hermano. Mientras me acerco para sentarme al lado suyo, pienso sobre cómo lidiar con esta situación. ¿Requiere un castigo? ¿Necesita que alguien le dé un abrazo? Pienso sobre lo que ha funcionado en el pasado y intencionalmente suspiro a voz alta. “Uf. ¿Danny, sabias que yo también tengo un hermano?”

Sus ojos giran hacia mí. “¿Mayor o menor?” pregunta.

Le cuento a Danny una historia que refleja el argumento que tuvo con su hermano. Dentro de cinco minutos, él me está prestando atención y escuchando atentamente, sus ojos marrones enfocados en los mios. Al final de la historia, le pregunto que necesita. Normalmente, Danny es un hermano mayor amable y atento — sé que sólo empezaría una pelea si estaba enojado. Todo comportamiento es adaptable– es decir, todo comportamiento está tratando de responder a una necesidad. En general, esa necesidad es distancia o proximidad, tiempo a solas o atención. Al reconocer la pelea como un síntoma de una necesidad incumplida, estoy respetando la causa del comportamiento – no simplemente castigando la pelea.

Danny baja su mirada y considera. “Sólamente quiero sentarme a solas,” dice gruñendo. Yo estoy de acuerdo y me alejo.

Los niños aprenden y crecen dentro de relaciones. Cuando los adultos en sus vidas respetan sus necesidades, nosotros comunicamos que ellos son dignos de tener sus necesidades cumplidas. Esto establece la fundación para el respeto por sí mismo y voluntad. Como un adulto en la vida de Danny y Eli, yo quiero que ellos me conozcan como una persona cariñosa y consistente. Ninguno de los niños hubiera seguido mis instrucciones o dejado que yo conectara con ellos si no confiaban en mí. Así, construyendo una relación positiva con ellos tiene que venir primero y ante todo. Imagine una semilla pequeña, sembrada en tierra oscura. La tierra está haciendo más que sentarse allí – está listo para apoyar a la semilla justamente cuando lo necesita. Relaciones, igualmente, proporcionan el contexto para el crecimiento social, emocional y espiritual de los niños. Una relación fuerte reconoce muchas necesidades, y por esto el cuido de esta relaciones es muy importante.

El cuido de relaciones es diferente para cada niño, cada día, incluso en cada momento. A veces los niños necesitan dirección, a veces necesitan independencia, a veces nosotros necesitamos sentarnos con ellos, y a veces necesitamos tomar una pausa. Incluso con estas estrategias diferentes, vemos un tema emocional consistente: los niños son afectuosos, y usted, el cuidador, está aquí con ellos; y en esos momentos de incertidumbre, usted asegura que está comunicando un mensaje que apoya la confianza y el respeto.

La construcción de relaciones positivas en el hogar está evolucionando, un proceso sin fin porque los niños tienen necesidades diferentes en cada etapa. No hay una manera perfecta para cuidar de un niño, pero podemos comprometernos a intentarlo. Podemos malinterpretar, intentar otra vez, y pedir ayuda. Estos patrones de relaciones positivas están establecidas en las necesidades de los niños a la medida en que crecen: atención, espacio, ayuda y apoyo. Entendiendo estas necesidades y ayudando a que adultos las cumplan es mi tema en SUNKISSED FAMILIES y no podría estar más entusiasmada.

Las características de una relación positiva forman parte de mis intereses personales y profesionales como desarrollista. Dentro de mi trabajo como cuidadora, maestra, y facilitadora de grupos, yo he visto estas características en acción. Se sienten familiares para la mayoría de las personas cuando se encuentra frente a ellas, porque todos necesitamos atención, respeto, ayuda, espacio y apoyo de vez en cuando. Cuando yo llego para recoger a los niños, por ejemplo, siempre les pregunto sobre la mejor parte de sus días porque quiero comunicar inmediatamente que les estoy prestando atención. Una vez, se me olvido, y mi pequeña amiga Tara jalo mi abrigo, “Nora. ¿Quieres escuchar sobre la mejor parte de mi día?” me pregunto, con una sonrisa.

Esta acciones pequeñas y amables que comunican cariño tienen una efecto cumulativo, todos sirviendo para fomentar una relación saludable. Una relación de calidad con solamente un adulto crea una diferencia inmensa en la vida de un niño (Bruce & Bridgeland, 2014), y por esto es mi misión personal crear un patrón explícito de una buena relación.

Futuros artículos incluirán historias y estrategias sobre cómo manejar el conflicto y la conducta, celebrando los niños, y entendiendo cómo hablar y escuchar efectivamente con los niños. Creando un refugio como hogar es un regalo increíble para un niño, y yo tengo el máximo respeto para las personas quienes están ahí, todos los días, para los niños (especialmente cuando uno está cubierto en el almuerzo de otro).

Ahora, vamos a empezar con esta pregunta fundamental al comenzar nuestro aprendizaje compartido: ¿Qué es lo que hace que su niño/a se sienta amado/a? Talvez es el cariño físico, el tiempo cuando les presta toda su atención, o un gesto especial. Entendiendo como comunicar “usted es digno de mi amor” para un niño, es la fundación de una relación positiva, de esta forma sus perspectiva será valiosa a medida que avanzamos.

¡Hasta la proxima!

Referencias

Nora Bond
Researcher
Center for Courage and Renewal

SUNKISSED FAMILIES PUNTOS CLAVES:


  • 1. Todo comportamiento es adaptable – pensar sobre la necesidad que un comportamiento está tratando de satisfacer (¿será que mi hijo/a tiene hambre? ¿está cansado/a? ¿enojado/a?) ayuda comprender el comportamiento.
  • 2. Los niños tienen necesidades que cambian con su crecimiento. Atención, espacio, ayuda o apoyo normalmente es lo que un niño está pidiendo en momentos diferentes.
  • 3. Todos los niños necesitan escuchar el mensaje que son amados y respetados, pero cada niño tiene una manera única de recibir amor. Conocer lo que hace que un niño se sienta especial e importante es parte de nuestro trabajo como adultos afectuosos.


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