Durante y después de mis dos embarazos me aseguré de tener tiempo suficiente para formar una conexión especial con cada niño. Esto podía ser una larga caminata, una visita a la piscina o leer un libro. No importa cual es la actividad, es natural y esencial buscar momentos libres con su hijo o hija. Esto permite que el niño experiencie la consolación y el cuidado necesario de sus padres, y es esencial para fomentar ese sentimiento saludable de confianza en la relación entre padre e hijo. Aunque esta relación sea vital para la dinámica saludable entre el padre y el hijo, nuestro instinto natural como humanos es de mantenernos levemente en guardia en todo momento. Esto puede llevar a que los momentos de relajación y conectividad con nuestros hijos se sientan más intencionales que instintivos. En su libro, The Body Keeps the Score, el psicólogo basado en Boston Bessel Van Der Kolk explica que para sentirse emocionalmente cerca con otro ser humano, nuestro sistema defensivo tiene que apagarse temporalmente. Esto significa que para jugar, emparejarse, o criar a nuestros hijos debemos apagar la vigilancia natural de nuestro cerebro. Esto puede ser un desafío, especialmente en momentos de estrés, pero nosotros sabemos que es necesario para disfrutar de los placeres naturales de la vida.
Recientemente, una amiga muy querida de la escuela fue diagnosticada con Leucemia. Hace dos años, nosotras estábamos en nuestro último semestre de la escuela de postgrado cuando Amy se enteró de que ella y su marido estaban esperando a su primer hijo. Recuerdo las intensas presiones de ese semestre y como los instintos hermosos de futura madre empezaron a despertarse en Amy. Ella sólo llevaba algunos meses de embarazo cuando proclamó que ella no permitiría que los estresores académicos negativamente afecten ni su vida ni la salud de su hijo. En medio de investigaciones y fechas de entrega, Amy decidió dejar atrás sus miedos y aprovechar la felicidad del momento. La filósofa moral Sisella Bok dijo, “Cuando nos deshacemos de todo lo que nos excita y asusta, se produce una tranquilidad intacta y una libertad perdurable…” Amy entendió en ese momento que ella necesitaba atender a su hijo y a sí misma. Es este tipo de cariño constante de los padres que provee a los niños con una sensación de certeza interior al igual que una predecibilidad exterior de que estaremos ahí cuando nos necesiten.
Como Amy, la noticia o sensación de la enfermedad de un padre puede ser aterrador para un niño. Sin embargo, cuando somos atentos a la habilidad de los niños para comprender a sí mismos y a otros que los rodean, permitimos a que el niño enriquezca con cada nueva experiencia. Especialista en Vida Infantil (CCLS en inglés) y contribuidora de Sunkissed Families, Teresa McGinley, explica que a veces puede ser abrumador comunicarle noticias pesadas a su hijo porque le estás ofreciendo una ventana al mundo de adultos. Puede parecer que le estás quitando un pedazo de su inocencia al compartir noticias tristes o difíciles, pero la honestidad y las divulgaciones son centrales en mantener su sensación saludable de confianza en usted.
McGinley explica que la comunicación de noticias difíciles con respecto a la salud de un miembro de la familia no tiene que ser un proceso estándar o ni siquiera una conversación sentada. Los niños aprenden mejor en el juego y demostraciones. Al comunicar información de manera no amenazante los niños pueden desarrollar una comprensión saludable de la situación y sentirse empoderados para ayudar. Este tipo de apoyo, incluso durante períodos de tristeza, pueden proveerles a los niños con una sensación de control que les permite convertirse en una parte significante del proceso.
Al igual que con la enfermedad de nuestra amiga Amy, nosotros podemos enseñarle a los niños sobre la Leucemia y cómo afecta el cuerpo. ¿Este concepto suena difícil? Bueno entonces padres, vamos a aliviar este momento sombrío y enseñarles a nuestros hijos cómo hacer sopa de sangre. ¿Suena horripilante? En actualidad es una actividad efectiva utilizada comúnmente por especialistas en vida infantil que permite que el niño visualice la diferencia entre “sangre saludable” y “sangre con leucemia”.
MATERIALES NECESARIOS:
Dulces Red Hots® : representan los glóbulos rojos
Peach rings candy: representan las plaquetas
Jabón de mano transparente (o desinfectante): representa plasma
Lifesavers® (blanco): representan los glóbulos blancos
Tic-Tacs® pastillas (white): representan leucemia/células enfermas
2 bolsas Ziploc® (de medio galón)
Una buena transición para esta actividad es hablar sobre el cuerpo.
DIRECCIONES
Hablando sobre las diferencias entre las dos bolsas puede conllevar a una discusión sobre lo que significa cuando la sangre tiene Leucemia y cuales son los síntomas de alguien con Leucemia.
Puede guiar la conversación en la dirección que se sienta mejor para su hijo/a.
Sissela Bok explica, “Nos convertimos en quienes somos en parte por cómo respondemos a las circunstancias cambiantes contra las cuales nuestras vidas se delinean”. Por supuesto, la enfermedad de un padre no es un tema fácil. Los padres pueden preocupados con cuánta información es saludable para un niño. Sin embargo, al igual que los adultos, los niños también están naturalmente en guardia y pueden sentir cuando algo anda mal. Los padres pueden ayudar a mitigar las campanas de alarma en los niños, tomando el tiempo para relajarse y estar emocionalmente disponibles para responder las preguntas de los niños. Una gran parte del aprendizaje de los niños es en realidad auto motivado y autodirigido. Por lo tanto, al mantener las líneas de comunicación abiertas, los niños podrán hacer todas las preguntas que se encuentran a la vanguardia de sus mentes. Responder de una manera honesta y apropiada a la edad puede ayudar a fomentar su sentido de empatía y les ayudará a sentirse consolados y apoyados. También puede ayudar a los niños a reconciliar sus preocupaciones y proporcionarles paz y armonía del alma para que puedan seguir disfrutando de los placeres ordinarios de la vida.
Cuando los padres aprovechan regularmente los placeres ordinarios de la vida y expresan una opinión optimista, es más probable que los niños sigan el ejemplo.
Ordinarius voluptatibus vitae embrace!
Embrace life’s ordinary pleasures!
Jeannine Marie Lenehan (CDS) & Teresa McGinley (CDS, CCLS)
Este artículo está dedicado a nuestra maravillosa compañera de Tufts University Amy Crowley (A’15) y a todos los padres que entienden la importancia de enseñarle a los niños a aprovechar los placeres ordinarios de la vida ~ especialmente durante los periodos más difíciles de la vida.