Abija se esconde debajo de la sombra de las hojas de uva que la protegen del calor del verano, cuidadosamente cosechando las hojas para que no se rompan. Cosechando hojas de uva es una tradición cultural que su abuela compartió con su madre y que ha sido pasado a Abija. Las hojas que cuelgan de la planta le han ofrecido una sombra bienvenida desde que ella era una niña pequeña. Ahora como una adolescente, ella ha empezado a apreciar la sombra y la comida que le dan a su familia.
Cuando sus abuelos llegaron a los EE.UU. ellos sembraron la parra de uva en su patio, una propiedad que ha sido heredada por los padres de Abija. Lo que empezó como una parra de uvas tierna y esbelta, sembrada hace décadas, se ha convertido en una fronda alta de ramas encorvadas y tallos flexibles que se enrollan en los árboles para apoyarse y producir hojas sanas cada verano.
En la cocina, Abija y su madre separan las hojas, conservando algunas para rellenar con cordero y arroz para la cena y otras para escaldar y congelar para preservar para el invierno. El tiempo que pasan juntas es más que una lección de cocina; es una oportunidad maravillosa para que madre e hija compartan historias sobre su día, recuerdos de su pasado, y planes para su futuro.
Abija sólo tiene 15 años y ha empezado a observar algunas de las decisiones que han tomado los estudiantes mayores en su escuela. Ella le cuenta a su madre sobre una niña en su último año de secundaria, Victoria, quien está posponiendo la universidad para hacer trabajo como voluntaria para una organización en otro país. El concepto de viajar le parece fascinante a Abija y en privado lo ha considerado para sí misma, pero ella nunca ha estado muy lejos de casa por cualquier extensión de tiempo y estos pensamientos le provocan alguna ansiedad mientras que mueve su pie de lado a lado repetitivamente. Cuidadosamente, su madre observa el lenguaje y el tono corporal de Abija. Ella reconoce que Abija se encuentra en la mitad de su adolescencia y está considerando su futuro y su papel en el mundo como un adulto. Para ayudar aliviar su ansiedad, la madre de Abija continúa cocinando con su hija y brevemente habla sobre algunas de las experiencias y oportunidades valiosas que Victoria podría tener. Su madre hace una transición natural y luego empieza a cantar su canción favorita; una que ellas han compartido desde que Abija era niña. Es una canción feliz sobre una niña joven que baila entre las hojas de menta, llenando el aire con el aroma fresco de menta con sus pies. Mientras cantan, ella sonríe y mira a su hija, gradualmente aliviando los sentimientos de ansiedad de su hija. Ella sabe que Abija tendrá sus propias idea sobre su futuro y que sus planes pueden cambiar varias veces durante la adolescencia, hasta que ella empiece a sentirse más segura de su sentido de sí misma.
Abija responde positivamente a estas maravillosas prácticas verbales y no-verbales, como una sonrisa de apoyo y palabras inspirantes, que su madre ilustra. Su madre entiende que la comunicación verbal y no-verbal puede tener impactos positivos y negativos sobre la salud social y emocional de un niño, y ella considera el lenguaje y el tono que usa para comunicar con Abija. Esto promueve la confianza que Abija tiene en sí misma en el presente y el futuro. Incluso, al promover la exploración de ambientes saludables fuera de su hogar, ella está formando un sentimiento de capacidad en “el ser” de su hija y el mundo que la rodea, y simultáneamente cultivando una relación de confianza entre madre e hija. Ella reconoce que el sentimiento saludable de confianza que tiene Abija es una virtud que va promover la esperanza, la confiabilidad, la honestidad, y la fuerza en su ser y en su habilidad de reconocer estos atributos en otros.
La madre de Abija no es experta en el desarrollo infantil, pero ha desarrollado su curiosidad en el campo a través de una serie de libros recomendados, hablando con expertos, y comparando estas lecciones con sus propias experiencias con la infancia. Ella reconoce que Abija, al igual que sus amigos, enfrentará periodos de incertidumbre sobre sí misma y el mundo que la rodea.
Además de la confianza, los padres de Abija han desarrollado otras virtudes en su hija incluyendo un sentido saludable de voluntad, propósito, capacidad y fidelidad. En secuencia, ellos entienden que estas actitudes saludables pueden promover una identidad personal y social sana en Abija mientras que ella explora sus alrededores y considera sus corrientes y futuras relaciones.